La terapia Gestalt es una corriente psicológica que se enfoca en el aquí y ahora, y busca que el paciente tome conciencia de sus emociones y pensamientos para poder vivir en plenitud. Pero, ¿cómo surgió esta terapia? En este artículo, te contaremos los eventos históricos que dieron lugar a la terapia Gestalt.
El surgimiento de la psicología humanista
La terapia Gestalt se enmarca dentro de la corriente psicológica humanista, que surge a mediados del siglo XX como una reacción a las teorías conductistas y psicoanalíticas que prevalecían en la época. La psicología humanista se enfoca en el estudio del ser humano como un todo, y no solo en su comportamiento o en su inconsciente.
Uno de los principales exponentes de la psicología humanista fue Abraham Maslow, quien propuso la teoría de la jerarquía de necesidades. Según Maslow, las personas tienen una serie de necesidades que deben satisfacer para poder autorrealizarse, es decir, para poder desarrollar todo su potencial como seres humanos.
El desarrollo de la psicoterapia gestalt
La terapia Gestalt surge en la década de 1950 gracias al trabajo de Fritz Perls, psiquiatra y psicoterapeuta alemán. Perls se formó en la corriente psicoanalítica, pero posteriormente se interesó por otras corrientes psicológicas, como el existencialismo y la fenomenología.
Perls desarrolló la terapia Gestalt junto a su esposa, Laura Perls, y Paul Goodman, escritor y activista social. La terapia Gestalt se enfoca en el aquí y ahora, y busca que el paciente tome conciencia de sus emociones y pensamientos para poder vivir en plenitud. Para lograr esto, la terapia Gestalt utiliza técnicas como la atención plena, la expresión emocional y la toma de conciencia corporal.
Las influencias de la fenomenología y la gestalt
La terapia Gestalt se inspira en la filosofía fenomenológica, que se enfoca en el estudio de la experiencia subjetiva del ser humano. La fenomenología propone que el mundo no existe de forma independiente a nuestra experiencia, sino que se construye a través de ella.
Por otra parte, la terapia Gestalt toma su nombre de la teoría gestalt, que se enfoca en el estudio de la percepción humana. La teoría gestalt propone que la percepción no es una suma de partes, sino que se construye a través de la organización y la estructuración de la información que recibimos.
Los aportes de otros psicólogos y terapeutas
Además de las influencias filosóficas, la terapia Gestalt también recibió aportes de otros psicólogos y terapeutas. Uno de ellos fue Kurt Goldstein, quien propuso la teoría del organismo como un todo integrado. Según Goldstein, el organismo no es una suma de partes, sino que funciona como un todo integrado que busca mantener su equilibrio y su adaptación al entorno.
Otro aporte importante fue el de Wilhelm Reich, quien desarrolló la teoría del cuerpo como un todo psicofísico. Reich propuso que la mente y el cuerpo son una unidad, y que las emociones y los traumas se expresan a través del cuerpo.
La influencia del existencialismo
El existencialismo es una corriente filosófica que se enfoca en la libertad y la responsabilidad del ser humano. La terapia Gestalt se inspira en el existencialismo al proponer que el paciente es responsable de su propia vida y que tiene la capacidad de tomar decisiones y de cambiar su realidad.
Uno de los principales exponentes del existencialismo fue Jean-Paul Sartre, quien propuso la idea de que el ser humano está condenado a ser libre, es decir, que tiene la responsabilidad de crear su propio sentido de la vida.
Conclusiones
En conclusión, la terapia Gestalt surge como una corriente psicológica que se enfoca en el aquí y ahora, y busca que el paciente tome conciencia de sus emociones y pensamientos para poder vivir en plenitud. La terapia Gestalt se enmarca dentro de la corriente psicológica humanista, y se inspira en la filosofía fenomenológica, la teoría gestalt, el existencialismo y los aportes de otros psicólogos y terapeutas.