¿Qué es la terapia de choque y cómo funciona?

La terapia de choque, también conocida como electroconvulsiva, es un tratamiento que se utiliza principalmente para tratar trastornos mentales graves como la depresión, el trastorno bipolar y la esquizofrenia. Aunque su nombre puede sonar intimidante, la terapia de choque es un procedimiento seguro y efectivo que ha sido utilizado con éxito durante décadas.

¿En qué consiste la terapia de choque?

La terapia de choque implica la aplicación de corriente eléctrica al cerebro para inducir una convulsión controlada. El procedimiento se realiza bajo anestesia general y dura solo unos minutos. Un profesional médico coloca electrodos en el cuero cabelludo del paciente y administra una breve descarga eléctrica que causa una convulsión en el cerebro.

La terapia de choque se realiza en sesiones, generalmente dos o tres veces por semana, durante un período de varias semanas. La cantidad de sesiones necesarias depende de la gravedad del trastorno y de la respuesta del paciente al tratamiento.

¿Cómo funciona la terapia de choque?

Aunque no se sabe exactamente cómo funciona la terapia de choque, se cree que la convulsión inducida por la electricidad provoca cambios en la química del cerebro que pueden aliviar los síntomas de los trastornos mentales. También se cree que la terapia de choque aumenta la producción de ciertas sustancias químicas en el cerebro, como las endorfinas, que pueden mejorar el estado de ánimo y reducir la sensación de dolor.

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¿Quiénes son candidatos para la terapia de choque?

La terapia de choque se utiliza generalmente como último recurso para tratar trastornos mentales graves que no responden a otros tratamientos, como medicamentos y terapia hablada. Los pacientes que pueden beneficiarse de la terapia de choque incluyen aquellos que tienen depresión grave, trastorno bipolar, esquizofrenia y otros trastornos mentales graves.

La terapia de choque también puede ser una opción para pacientes que no pueden tomar medicamentos debido a problemas de salud, como enfermedades hepáticas o renales, o para mujeres embarazadas que no pueden tomar ciertos medicamentos debido a los riesgos para el feto.

¿Cuáles son los posibles efectos secundarios?

Como con cualquier procedimiento médico, la terapia de choque puede tener efectos secundarios. Sin embargo, los efectos secundarios son generalmente leves y temporales. Los efectos secundarios pueden incluir dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas y confusión temporal.

En raras ocasiones, la terapia de choque puede causar efectos secundarios más graves, como problemas cardíacos o pulmonares. Sin embargo, estos efectos secundarios graves son extremadamente raros y solo ocurren en una pequeña cantidad de pacientes.

¿Es seguro la terapia de choque?

Sí, la terapia de choque es un procedimiento seguro que ha sido utilizado con éxito durante décadas. Antes de cada sesión, se realiza una evaluación médica para asegurarse de que el paciente es un buen candidato para el procedimiento y para minimizar el riesgo de efectos secundarios.

Además, la terapia de choque se realiza bajo anestesia general, lo que significa que el paciente está completamente dormido y no siente ningún dolor durante el procedimiento.

La terapia de choque es un tratamiento seguro y efectivo que se utiliza para tratar trastornos mentales graves que no responden a otros tratamientos. Aunque puede sonar intimidante, la terapia de choque es un procedimiento seguro que ha sido utilizado con éxito durante décadas. Si usted o un ser querido está luchando contra un trastorno mental grave y no ha respondido a otros tratamientos, hable con su médico acerca de la posibilidad de terapia de choque.

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