La Confluencia de Teoría de Campo y Terapia Gestalt representa una perspectiva integradora en el ámbito de la psicología que ha capturado la atención de numerosos profesionales en el campo. Esta aproximación se fundamenta en la combinación de diversas disciplinas y teorías para lograr una comprensión más profunda de las dinámicas psicológicas del individuo en relación con su entorno. Para abordar este concepto de manera adecuada, es necesario explorar tanto la historia como los antecedentes que lo rodean.
El origen de la Teoría de Campo se remonta al Pragmatismo americano y a la Fenomenología Existencial, dos corrientes filosóficas que han dejado una profunda huella en el desarrollo de la psicología contemporánea. Además, este enfoque incorpora el Holismo en la Psicología de la Gestalt, una perspectiva que enfatiza la importancia del todo en lugar de las partes individuales.
En la Teoría de Campo, el campo es entendido como una entidad emergente que describe las interacciones complejas entre los elementos individuales y cómo estas interacciones afectan mutuamente para generar un todo cohesivo y dinámico. Este enfoque se aleja de la noción tradicional del comportamiento como resultado de factores internos o externos, y en su lugar aborda el individuo y su entorno como un sistema en constante cambio y equilibrio.
La importancia del proceso en la Teoría de Campo se fundamenta en la idea de que el crecimiento personal y la sanación son inherentes al cambio. Consecuentemente, los terapeutas gestaltistas trabajan activamente con sus clientes para fomentar este proceso, permitiendo que el individuo experimente una mayor conciencia y comprensión de sí mismo y su entorno.
En términos de psicopatología, la Teoría de Campo ofrece una perspectiva única en la que las situaciones patológicas no son vistas como resultado de factores internos o externos específicos, sino más bien como consecuencia del desequilibrio entre los diferentes campos en funcionamiento dentro del individuo y su entorno.
Finalmente, es interesante señalar que otras disciplinas, como la física cuántica y la sincretización de Sheldrake, han abordado el concepto de campo desde puntos de vista diferentes pero complementarios a la Terapia Gestalt. Estas investigaciones suplen una dimensión adicional al entendimiento de la Teoría de Campo, iluminando nuevas perspectivas y oportunidades para la psicología y otras áreas del conocimiento humano.
La Teoría de Campo en Terapia Gestalt
En el contexto de la Terapia Gestalt, la Teoría de Campo ofrece una perspectiva integradora que permite comprender las dinámicas psicológicas del individuo y su relación con el entorno en un nivel más profundo. Esta aproximación se fundamenta en la combinación de diferentes disciplinas y teorías, como el Holismo en la Psicología de la Gestalt, el Pragmatismo americano y la Fenomenología Existencial.
Dentro de este marco conceptual, el campo es entendido como una entidad emergente que describe las interacciones complejas entre los elementos individuales, generando un todo cohesivo y dinámico. Esta perspectiva se aleja de la noción tradicional del comportamiento como resultado de factores internos o externos, abordando en cambio al individuo y su entorno como un sistema en constante cambio y equilibrio.
La importancia del proceso en la Teoría de Campo se fundamenta en la idea de que el crecimiento personal y la sanación son inherentes al cambio. Consecuentemente, los terapeutas gestaltistas trabajan activamente con sus clientes para fomentar este proceso, ayudándolos a entender y experimentar su realidad de manera más completa y auténtica.
En términos de psicopatología, la Teoría de Campo ofrece una perspectiva única en la que las situaciones patológicas no son vistas como resultado de factores internos o externos específicos, sino más bien como consecuencia del desequilibrio entre los diferentes campos en funcionamiento dentro del individuo y su entorno. Esto permite una abordaje integral del problema, considerando no solo la experiencia subjetiva del paciente, sino también las interacciones y relaciones que conforman su mundo.
La sincretización de Sheldrake y la física cuántica son otras disciplinas que han abordado el concepto de campo desde puntos de vista diferentes pero complementarios a la Terapia Gestalt. Estas investigaciones suplen una dimensión adicional al entendimiento de la Teoría de Campo, iluminando nuevas perspectivas y oportunidades para la psicología y otras áreas del conocimiento humano.
La Teoría de Campo en Terapia Gestalt ofrece una visión integradora y dinámica de las dinámicas psicológicas del individuo y su relación con el entorno, abordando el cambio como un proceso esencial para el crecimiento personal y la sanación. Esta perspectiva se enriquece al considerar otras disciplinas que exploran el concepto de campo desde puntos de vista diferentes, iluminando nuevas vías de comprensión y aplicación en el campo de la psicología.
Origen y antecedentes del concepto
La Teoría de Campo encuentra sus raíces en varias disciplinas y teorías que han influenciado la formación de esta perspectiva integradora en Psicología. Entre estas, se encuentran el Pragmatismo americano, la Fenomenología Existencial y el Holismo en la Psicología de la Gestalt. A continuación, se abordarán cada una de estas influencias en detalle para proporcionar un panorama más amplio del origen y los antecedentes del concepto.
El Pragmatismo americano
El Pragmatismo americano es una escuela filosófica que surge en el siglo XIX y XX en Estados Unidos, destacándose por su enfoc
Pragmatismo americano y Fenomenología Existencial
El Pragmatismo americano y la Fenomenología Existencial son dos escuelas filosóficas fundamentales que han influido en gran medida en el desarrollo de la Teoría de Campo. Estas corrientes filosóficas comparten una serie de similitudes y diferencias que contribuyen a la formación del concepto integrador de campo en la Terapia Gestalt.
El Pragmatismo americano
El Pragmatismo americano es una escuela filosófica que surge en el siglo XIX y XX en Estados Unidos, destacándose por su enfoc wsystem
Holismo en la Psicología de la Gestalt
El Holismo en la Psicología de la Gestalt es otra influencia fundamental que contribuye a la formación del concepto integrador de campo en la Terapia Gestalt. La Psicología de la Gestalt se enfoca en el estudio del individuo y su entorno como un todo interconectado y emergente, donde las partes no tienen significado independiente sino que se relacionan entre sí para crear una comprensión integral del comportamiento humano.
Orígenes del Holismo en la Gestalt
La Psicología de la Gestalt tiene sus orígenes en la primera mitad del siglo XX, con figuras como Max Wertheimer, Kurt Koffka y Wolfgang Köhler, quienes propusieron un enfoque holístico que enfatizaba la importancia de considerar el todo en lugar de reducir las experiencias humanas a sus partes individuales. Esta perspectiva se opuso a la tradición behaviorista del momento, que buscaba analizar y predecir el comportamiento mediante la observación de respuestas condicionadas a estímulos específicos.
El Campo en la Gestalt
En la Psicología de la Gestalt, el concepto de campo se refiere a la suma total de las percepciones y experiencias que un individuo tiene en un momento dado. Esta visión holística aboga por una comprensión integral del individuo en su entorno, considerando no solo los estímulos externos, sino también la subjectividad y el contexto emocional y cognitivo de cada persona.
Esta perspectiva holística se integra con la Teoría de Campo en la Terapia Gestalt, ya que ambas abordan el individuo como un todo interconectado y emergente, donde las partes no tienen significado independiente sino que se relacionan entre sí para crear una comprensión integral del comportamiento humano. Al trabajar con sus clientes, los terapeutas gestaltistas buscan promover un enfoque de auto-conocimiento y autotransformación, permitiendo que el individuo adopte una postura más proactiva e integradora en su relación con el mundo y sí mismo.
El Holismo en la Psicología de la Gestalt es un elemento fundamental que contribuye al desarrollo del concept
El campo como entidad emergente
El concepto del campo como entidad emergente es fundamental en la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt, ya que aborda cómo las interacciones entre los elementos individuales a nivel psicológico pueden darse lugar a una realidad compleja y dinámica. Este enfoque emergente se centra en cómo el campo como entidad emergente puede influir en el comportamiento, la consciencia y las experiencias de los individuos dentro de un sistema más amplio.
La naturaleza emergente del campo
La naturaleza emergente del campo se refiere a cómo un ente complejo o sistema puede surgir de interacciones entre elementos individuales simples. En la Teoría de Campo, el campo como entidad emergente no es simplemente una suma acumulativa de las partes individuales que lo componen, sino que tiene propiedades y características únicas que surgen del sistema en su conjunto.
Esta idea se encuentra en línea con la filosofía pragmática americana, donde la atención se centra en el proceso de crecimiento, cambio y desarrollo dentro de un sistema, en lugar de buscar una realidad estática y predeterminada. En términos de Terapia Gestalt, esta perspectiva emergente facilita el entendimiento de cómo los clientes pueden experimentar transformaciones significativas a través del proceso terapéutico, lo que lleva a la creación de un nuevo campo o realidad personal.
El papel de las interacciones en la emergencia del campo
En el contexto de la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt, las interacciones entre los elementos individuales son esenciales para la emergencia del campo. Estas interacciones pueden tomar lugar a nivel cognitivo, emocional, social o comportamental, y pueden ser positivas o negativas en su impacto sobre el individuo y el sistema en general.
Al analizar estas interacciones dentro del enfoque emergente, los terapeutas gestaltistas buscan identificar patrones y vías de solución que puedan facilitar la transformación personal y la creación de un campo más cohesivo y saludable. A través de esta abordaje, se permite que el individuo adopte una postura más proactiva y responsable en su relación con el mundo y sí mismo, lo que contribuye al desarrollo del campo emergente y a la creación de nuevas posibilidades en la vida cotidiana.
La importancia del tiempo y el espacio en la emergencia del campo
La naturaleza dinámica de la emergencia del campo también es influenciada por factores temporales y espaciales, ya que el campo puede cambiar a lo largo del tiempo y en respuesta a diferentes situaciones o contextos. En la Terapia Gestalt, esta perspectiva dinámica se refleja en el énfasis en el “aquí y ahora”, donde el terapeuta y el cliente trabajan juntos para explorar y experimentar con la realidad presente y sus posibles cambios en el futuro.
La emergencia del campo como entidad dinámica también hace hincapié
Interacciones e interdependencia entre elementos
En el marco de la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt, las interacciones e interdependencia entre los elementos individuales son fundamentales para comprender cómo se genera y mantiene un campo emergente. Estas interacciones pueden tener lugar a nivel cognitivo, emocional, social o comportamental, y su impacto sobre el individuo y el sistema en general puede ser positivo o negativo.
La interdependencia entre elementos individuales
En la perspectiva emergente de la Teoría de Campo, los elementos individuales no actúan de manera aislada sino que están constantemente influenciados y conectados entre sí. Esta relación de interdependencia genera patrones de interacción que pueden ser adaptativos o maladaptativos en función del contexto y las expectativas de cada individuo.
Esta interconexión entre elementos individuales también es un reflejo de la naturaleza holística de la psicología humana, ya que reconoce que nuestras experiencias emocionales, cognitivas y sociales no actúan en vacío sino que están constantemente influidas por el entorno y las relaciones personales.
La importancia de la comunicación y la feedback en las interacciones entre elementos
La comunicación y el intercambio de información son fundamentales para entender y analizar las interacciones e interdependencia entre los elementos individuales. En la Terapia Gestalt, la comunicación es vista como un proceso bidireccional que involucra tanto al terapeuta como al cliente, donde ambos contribuyen con sus propias experiencias y perspectivas.
El feedback generado a través de esta comunicación es clave para la creación y el mantenimiento del campo emergente, ya que ayuda a identificar patrones de comportamiento, emoción y pensamiento que pueden estar contribuyendo a problemas o dificultades en la vida cotidiana. Al reconocer y explorar estos patrones, se permite que el individuo adopte una postura más proactiva en su relación con el mundo y sí mismo, lo que contribuye al desarrollo del campo emergente y a la creación de nuevas posibilidades en la vida cotidiana.
La dinámica de los campos emergentes: equilibrio y desequilibrio entre elementos
En la Teoría de Campo, el equilibrio y el desequilibrio entre los elementos individuales son fundamentales para entender cómo se genera y mantiene un campo emergente. Un equilibrio saludable entre los elementos puede conducir a un campo más cohesivo y adaptativo, mientras que un desequilibrio puede llevar a situaciones patológicas o maladaptativas.
La dinámica de estos equilibrios y desequilibrios es una característica importante del enfoque emergente de la Teoría de Campo, ya que reconoce que el cambio y la evolución son constantes en la vida cotidiana. Al identificar patrones de interacción entre elementos individuales y trabajar activamente para establecer un equilibrio saludable, se permite que el individuo pueda adaptarse a los cambios y crear nuevas posibilidades en su vida.
La comprensión de las interacciones e interdependencia entre elementos es clave para entender la naturaleza emergente del campo
Proceso y cambio en el crecimiento personal
La Teoría de Campo y la Terapia Gestalt abordan el proceso y el cambio como esenciales para el crecimiento personal y la sanación. En este contexto, el cambio se entiende como un proceso dinámico que involucra a tanto al individuo como a su entorno, y que implica una serie de transformaciones en sus patrones de pensamiento, emoción y comportamiento.
La importancia del proceso en la Teoría de Campo se basa en la creencia de que el cambio es un aspecto integral del crecimiento personal. A través de un proceso terapéutico que fomenta el cambio, se puede promover una mayor consciencialización y adaptabilidad en el individuo, lo que a su vez contribuye al desarrollo de un campo emergente más cohesivo y adaptativo.
El papel activo del terapeuta en el proceso de cambio
Los terapeutas gestaltistas trabajan activamente con sus clientes para fomentar el cambio y el crecimiento personal. En lugar de adoptar una postura pasiva, el terapeuta actúa como un facilitador del proceso, proporcionando un espacio seguro y aceptante en el que el individuo pueda explorar sus experiencias y emociones sin miedo a la juzgativa.
Esta aproximación activa se basa en la creencia de que el cambio es un proceso emergente, en el cual tanto el individuo como el terapeuta contribuyen al desarrollo del campo emergente. A través de una colaboración dinámica y centrada en el presente, se puede promover un entorno favorable para el cambio y el crecimiento personal.
La importancia del compromiso del individuo en el proceso de cambio
El éxito del proceso de cambio depende en gran medida del compromiso y la motivación del individuo. En el marco de la Teoría de Campo, se entiende que el cambio es un proceso activo en el cual el individuo adopta una postura más proactiva en su relación con el mundo y sí mismo.
Para fomentar este compromiso, los terapeutas gestaltistas trabajan en colaboración con sus clientes para establecer objetivos claros y realistas que reflejen las necesidades y deseos del individuo. Al identificar y explorar patrones de pensamiento, emoción y comportamiento que limiten el crecimiento personal, se permite que el individuo adopte una postura más proactiva en su relación con el mundo y sí mismo, lo que contribuye al desarrollo del campo emergente y a la creación de nuevas posibilidades en su vida.
La importancia del aprendizaje y la experimentación en el proceso de cambio
La Teoría de Campo aboga por un enfoque activo e interactivo en el proceso de cambio, que implica un alto grado de aprendizaje y experimentación. En este contexto, el aprendizaje se entiende como un proceso emergente que involucra a tanto al individuo como a su entorno.
A través del proceso terapéutico, se promueve una exploración activa de las experiencias y emociones del individuo, lo cual puede llevar a la identificación de patrones de pensamiento, emoción y comportamiento que limiten el crecimiento personal. Al experimentar con nuevas formas
Perspectiva única en psicopatología
La Teoría de Campo y la Terapia Gestalt ofrecen una perspectiva única en el tratamiento de la psicopatología, que se basa en la idea de que las situaciones patológicas son resultado del desequilibrio entre los diferentes campos en funcionamiento en un individuo y su entorno. En lugar
Desequilibrio entre campos en individuo y entorno
El desequilibrio entre los campos en funcionamiento en un individuo y su entorno es un concepto central en la Teoría de Campo y Terapia Gestalt. Esta teoría sostiene que existen diferentes campos dinámicos dentro del individuo y su medio ambiente, cada uno representando aspectos específicos de la experiencia humana, como emociones, pensamientos, comportamientos y relaciones interpersonales. Cada campo interactúa con los demás para crear un patrón global de comportamiento y experiencia psicológica.
En situaciones de desequilibrio entre campos, una o más áreas del individuo pueden estar fuera de sincronía con el resto de sus componentes y su entorno. Esto puede llevar a conflictos internos y externos, dificultades en la adaptación y funcionamiento, así como a la aparición de síntomas patológicos. Por ejemplo, un individuo que experimenta una gran cantidad de estrés en su vida laboral podría desarrollar un desequilibrio entre el campo emocional y el cognitivo, lo cual puede manifestarse en forma de ansiedad, depresión o problemas de toma de decisiones.
La Terapia Gestalt se enfoca en la identificación y modificación de los desequilibrios entre campos para promover el cambio y la sanación. El terapeuta gestaltista trabaja activamente con el cliente para explorar las interacciones y tensiones entre los diferentes campos, fomentando un mayor grado de conciencia y aceptación de todos los aspectos del individuo. A través de esta proceso-centrada en la experiencia presente y el compromiso emocional, se busca el establecimiento de nuevos patrones de comportamiento y relacionamiento más saludables y equilibrados.
Una vez que se ha identificado el desequilibrio entre campos, los terapeutas gestaltistas pueden utilizar una variedad de técnicas para fomentar la conciliación y la integración de estos componentes en conflicto. Esto puede incluir ejercicios experimentales que permitan al cliente experienciar y expresar sus emociones, dialogar con sus propias partes internas o trabajar directamente con los problemas interpersonales en el consultorio. El objetivo es ayudar al individuo a encontrar un equilibrio más saludable entre sus diferentes campos y, así, reducir su sufrimiento emocional y mejorar su calidad de vida.
La Teoría de Campo y la Terapia Gestalt ofrecen una perspectiva única para entender y tratar las situaciones patológicas en términos del desequilibrio entre campos en funcionamiento en un individuo y su entorno. Este enfoque integrador combina conceptos de diversas disciplinas, y al focalizar en el proceso y la experiencia presente, busca promover un cambio y una sanación más profundos y duraderos.
Aproximaciones complementarias de otras disciplinas
La Teoría de Campo y la Terapia Gestalt no son las únicas áreas académicas que han abordado el concepto del campo en sus teorías y prácticas. En realidad, otras disciplinas como la física cuántica y la sincretización de Sheldrake también han explorado este concepto desde puntos de vista diferentes pero complementarios a la Terapia Gestalt.
En el caso de la física cuántica, la noción del campo se refiere a la idea de que los fenómenos físicos son mejor entendidos como emergentes de campos de probabilidad en lugar de partículas individuales. Esta perspectiva abre una nueva manera de concebir la naturaleza y las interacciones entre los sistemas, lo cual puede ser aplicado metafóricamente al entendimiento de las dinámicas psicológicas del individuo y su relación con el medio ambiente.
De igual modo, la sincretización de Sheldrake, una teoría que plantea la existencia de “campos morfológicos” que guían y influyen en la evolución de sistemas vivientes, ofrece otra aproximación interesante al concepto del campo. Estos campos morfológicos suponen una forma de conectividad no material entre los organismos que puede ser comparada a cierta extenta con las interacciones y relaciones descritas en la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt.
Estas aproximaciones complementarias pueden proporcionar una riqueza adicional al entendimiento del concepto del campo, permitiendo a los investigadores y terapeutas explorar nuevas formas de concebir las dinámicas psicológicas y la conectividad entre individuos y su medio ambiente. Además, estas perspectivas pueden contribuir a la integración de diferentes campos académicos y prácticas terapéuticas, lo cual es un objetivo central en la visión integradora de la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt.
La confluencia entre la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt y otras disciplinas como la física cuántica y la sincretización de Sheldrake ofrece una visión ampliada y enriquecida del concepto del campo. Estas aproximaciones complementarias pueden ayudar a profundizar en el entendimiento de las interacciones entre individuos, sus emociones y su medio ambiente, y puede contribuir a la búsqueda constante de nuevas formas de abordar y tratar los problemas psicológicos y emocionales. Esta integración de conocimientos y prácticas de diferentes áreas académicas es uno de los aspectos más valiosos y innovadores de la perspectiva integradora propuesta por la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt.
Física cuántica y sincretización de Sheldrake
La Teoría de Campo y la Terapia Gestalt no son las únicas áreas académicas que han abordado el concepto del campo en sus teorías y prácticas. En realidad, otras disciplinas como la física cuántica y la sincretización de Sheldrake también han explorado este concepto desde puntos de vista diferentes pero complementarios a la Terapia Gestalt.
La física cuántica es una rama del conocimiento que estudia las propiedades y comportamientos de los sistemas físicos a niveles microscópicos, en especial, aquellos relacionados con la mecánica cuántica. En este ámbito, el campo no se refiere simplemente a una entidad que guía o influye en las interacciones entre los elementos individuales, sino que representa un conjunto de posibilidades y probabilidades que describen la naturaleza del mundo cuántico. Los campos cuánticos no son estructuras definidas como el campo en la Teoría de Campo, sino que son más bien entidades ondulatorias que representan las posibilidades de encontrar una partícula en un cierto lugar y momento.
En términos de relación con la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt, la física cuántica destaca la importancia del proceso y la probabilidad en la formación de realidades, lo cual es similar al enfoque de la integración y el cambio propuesto por estas perspectivas psicológicas. Además, la visión de un mundo microscópico compuesto por campos de posibilidades y probabilidades puede brindar una metáfora valiosa para entender cómo las interacciones entre individuos y su medio ambiente pueden ser influenciadas por una combinación de factores internos y externos, a la vez que ofrece un enfoque alternativo para abordar los problemas psicológicos y emocionales.
En cuanto a la sincretización de Sheldrake, es una teoría propuesta por el biólogo británico Rupert Sheldrake que busca explicar las interacciones entre organismos y su medio ambiente en términos de “morficuelos” o campos de información. Según esta perspectiva, los morficuelos son entidades emergentes que guían y promueven la formación de ciertas estructuras y patrones de comportamiento a lo largo del tiempo, a través de un proceso de enmascaramiento y descubrimiento.
La sincretización de Sheldrake ofrece una aproximación interesante para abordar la idea del campo desde una perspectiva más biológica y evolutiva, lo cual puede contribuir a profundizar en el entendimiento de cómo las dinámicas psicológicas y emocionales pueden ser influenciadas por factores históricos y ambientales. Además, la noción de morficuelos como campos emergentes que guían y promueven ciertas estructuras y patrones puede estar relacionada con el concepto de campo en la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt, ya que ambos enfoques enfatizan la importancia de las interacciones entre individuos y su entorno para la formación de realidades complejas.
Tanto la física cuántica como la sincretización de Sheldrake ofrecen perspectivas interesantes que pueden contribuir a enriquecer el entendimiento del concepto de campo en la Teoría de Campo y la Terapia Gestalt. Estas aproximaciones complementarias pueden ayudar a profundizar en el conocimiento de las interacciones entre individuos, sus emociones y su medio ambiente, y puede ser una fuente valiosa para la búsqueda constante de nuevas formas de abordar y tratar los problemas psicológicos y emocionales. La integración de conocimientos y prácticas de diferentes áreas académicas es uno de los aspectos más valiosos y innovadores de la perspectiva integradora propuesta por estas teorías psicológicas y científicas.
Conclusión
La confluencia de Teoría de Campo y Terapia Gestalt ofrece una perspectiva integradora valiosa en el campo de la psicología. Esta combinación de disciplinas y teorías permite comprender mejor las dinámicas psicológicas del individuo y su relación con su entorno, al considerar el concepto emergente de campo que describe la interacción entre los elementos individuales y cómo afectan mutuamente para crear un todo cohesivo y dinámico.
El énfasis en el proceso dentro de la Teoría de Campo es fundamental, ya que sugiere que el cambio es intrínseco al crecimiento personal y la sanación. Los terapeutas gestaltistas trabajan activamente con sus clientes para fomentar este proceso, lo que contribuye a un mayor nivel de autoestima y autoconocimiento. En cuanto a la psicopatología, la Teoría de Campo proporciona una perspectiva única en la que las situaciones patológicas son vistas como consecuencia del desequilibrio entre los diferentes campos en funcionamiento en un individuo y su entorno.
Además, es interesante destacar cómo otras disciplinas, como la física cuántica y la sincretización de Sheldrake, también han abordado el concepto de campo desde puntos de vista diferentes pero complementarios a la Terapia Gestalt. Estas similitudes y convergencias en diferentes campos de estudio sugiere que el campo como entidad emergente es una noción valiosa y transversal a múltiples disciplinas académicas, y podría ser explorada con mayor profundidad en el futuro.
La incorporación de Teoría de Campo en Terapia Gestalt representa un avance significativo en la comprensión del funcionamiento psicológico y el crecimiento personal. A través de este enfoque integrador, los terapeutas y estudiosos pueden abordar con mayor eficacia las situaciones patológicas y promover cambios saludables y duraderos en la vida de sus clientes. Así, la combinación de Teoría de Campo y Terapia Gestalt proporciona una perspectiva valiosa y útil para el estudio y tratamiento del comportamiento humano.
