Puntos clave
- Las personas sienten dolor social cuando perciben que su pareja ha devaluado la relación.
- La angustia social también puede resultar del reconocimiento del daño a la autoestima.
- La devaluación relacional percibida, sea real o no, es socialmente dolorosa.
- En muchos casos, la devaluación relacional existe solo en la mente del perceptor y no refleja la realidad.
Fuente: Imagen de StockSnap en Pixabay
Muchas personas se definen a sí mismas por sus éxitos y fracasos, tanto públicos como privados. Puede disfrutar de una reputación pública como un experto analista informático, un músico brillante o un cocinero talentoso. Entonces, cuando experimente un fracaso personal, como fallar en una prueba, no cumplir con una fecha límite o jugar con una receta, ¿sufrirá socialmente si nadie lo sabe? La respuesta podría sorprenderte.
picadura de dolor social
Taylor Hudd y David A. Moscovitch (2021) examinaron hasta qué punto la adversidad personal causa angustia social, haya o no una devaluación de la relación. Te notificamos de cualquier pérdida o daño en tu red social. Los estudios de neuroimagen muestran que experiencias como la exclusión o el rechazo activan físicamente regiones del cerebro asociadas con experiencias dolorosas.
Qué va a pasar ? Hudd y Moscovitch señalan que normalmente experimentamos angustia social cuando percibimos que nuestra relación ha sido devaluada por nuestra pareja. Pero también señalan la existencia de otras condiciones que provocan malestar social que no implican una amenaza directa a la “pertenencia social”. Específicamente, señalan que la angustia social también puede causar sufrimiento, ya que los errores, accidentes o fallas personales que no implican una devaluación manifiesta de la relación sufren daños. amor propio, lo definen como “la marca del valor autopercibido que aportamos a cada relación”.
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Amenaza a la autoestima
En un estudio de 739 participantes en línea, Hudd y Moscovitch encontraron que las condiciones de adversidad personal, con o sin devaluación explícita de las relaciones, dieron como resultado niveles más altos de angustia social que de inclusión. Sugieren, aunque sus hallazgos no son explícitos, que la devaluación de las relaciones puede ser socialmente dolorosa ya que amenaza la autoestima, lo que respalda el hecho de que muchas experiencias de vida, tanto independientes como relacionales, están cargadas de significado social.
Hudd y Moscovitch señalan que sus hallazgos respaldan la necesidad de examinar la angustia social como una señal de angustia provocada por fallas personales, incluidos accidentes o errores, así como la interrupción directa de las relaciones sociales. Sucede en privado. Tienen una devaluación relacional. imaginación Un lugar donde las amenazas reales e imaginarias a la pertenencia social pueden experimentarse como una sola”, dice, lo que las hace igualmente dolorosas.
en la mente del perceptor
Como muchas experiencias emocionales, el rechazo o la terminación de las relaciones personales a menudo está en la mente de perceptores imperfectos. Es posible que los socios de la relación nunca se den cuenta de nuestros fracasos personales, por lo que no se ven afectados por ellos. No obstante, los sentimientos subjetivos de inutilidad pueden hacer que las personas proyecten incorrectamente tal desaprobación personal sobre los demás. Reconocer estas tendencias humanas es el primer paso para construir y mantener asociaciones positivas y saludables que sean apropiadas, transparentes y precisas. Podemos aprender de nuestros errores sin comprometer nuestras relaciones con los demás.
básico
referencia
[i] Hurd, Taylor y David A. Moscovich. 2024. “El papel de la angustia social y las consecuencias sociales imaginarias: por qué las experiencias negativas individuales causan angustia social con y sin una devaluación explícita de las relaciones”. » Revista de Psicología Social Experimental 95 (julio). doi:10.1016/j.jesp.2021.104121.
